El encanto de Trujillo

Un fin de semana diferente puede ser algo realmente sencillo de lograr, es sólo proponerse un destino cercano y comenzar el viaje.

Los pequeños y pintoresco pueblos de España son excelentes opciones para una escapada de dos o tres días, que puede ser en familia, romántica o con amigos.

El pueblo de Trujillo en la provincia de Cáceres, cumple absolutamente con todos los requisitos de una escapada llena de diversión, historia y excelente gastronomía, sin olvidar los bellos paisajes y la hospitalidad de sus pobladores con todo el encanto de las cosas sencillas.

Enclavado en una colina al este de la capital y con un emplazamiento privilegiado, Trujillo se ha hecho famoso, entre otras cosas, por tener una de las plazas más bonitas de España.

De calles estrechas y empinadas,  es un lugar que conserva aquellas tradiciones y sabores de un pasado que en realidad sigue vigente a través de esos pequeños detalles que su pueblo gusta de conservar.

Son muchos los lugares históricos que pueden visitarse en Trujillo, entre ellos la Alberca y Aljibe árabes que fueron construidos en el siglo X, lugares que se utilizaban como centro de abastecimiento de agua del poblado y como baños públicos en época de los romanos.

El Alcázar de los Altamiranos, el de los Bejaranos y el de los Chaves. La antigua vivienda de Orellana, descubridor del Amazonas que data del Siglo XV, la casa de la Escalera, de las Cadenas, la Casa del Peso Real,  del siglo XVI y la Casa Museo de Pizarro que fue su hogar antes de la conquista.

Conventos e iglesias no faltan en Trujillo, así encontraremos el Convento de las Jerónimas, que se encuentra deshabitado, el de San Francisco Real donde se encuentra el Museo de la Coria con muestras de esculturas y hallazgos arqueológicos, además de fotografías y gran cantidad de información histórica. También están el Convento e iglesia de la Merced del siglo XVII y el de Santa Clara junto a la Ermita de San Lázaro.

Una gran cantidad de iglesias construidas en diferentes períodos como la Iglesia de San Martín del siglo XVI ubicada en la Plaza Mayor, la de Santa María la MayorIglesia de Santiago, de la Sangre, de Santo Domingo, de San Andrés entre otras, que nos invitan a admirar sus bellas construcciones e interiores.

Como museos diferentes para visitar están el Museo del Queso y el Vino, donde además puede verse el proceso de fabricación tanto del queso como del vino y adquirirse degustaciones. El Museo del Traje una muestra de bella indumentaria de prestigiosos diseñadores como de vestidos y trajes típicos extremeños.

Igual que sucede con las iglesias Trujillo se precia de poseer gran cantidad de palacios como el de Juan Pizarro Aragón, de Lorenzana, de los Duques de San CarlosPalacio Marqueses de la Conquista, el Palacio Marqueses de Piedras Albas y el Palacio Municipal o Alhóndigaconstruido en el siglo XVI.

Como ya mencionáramos la Plaza Mayor es el distintivo más importante de Trujillo, de estilo renacentista, se encuentra en ella la famosa estatua de Francisco Pizarro, hecha en bronce y reproduciendo una similar que se encuentra en Lima, Perú. El visitante encontrará en esta Plaza Mayor la oficina de información turística, además de tiendas de recuerdos del lugar.

En la Plaza Mayor encontraremos la mayoría de los restaurantes cada uno de ellos ofreciendo exquisitos platillos típicos de la cocina extremeña, como el frite de cabrito, la moraga que una carne de cerdo cocida a la brasa, criadillas de la tierra, sopa de tomate y espárragos trigueros, que son sólo algunas de las delicias que aquí pueden disfrutarse. Sin olvidarnos de su famosa repostería, mucha de ella elaborada por monjas que habitan en los diferentes conventos del pueblo. Así podremos deleitarnos con bizcochos y tocinillos del cielo, pestiños, galletas rizadas y yemas de Pizarro.

También, pueden comprarse variados productos de la zona como miel, licores, aceites y quesos.

Las artesanías ocupan un lugar especial sobre todo por lo bonitas y vistosas, como objetos de orfebrería, cestería, cerámica, tallados en piedra, y hermosos bordados.

Un pueblo encantador y lleno de rincones para ser visitados, disfrutando de sus innumerables monumentos históricos, culinaria, artesanías y el buen trato de sus habitantes que esperan al turista para brindarle todo lo mejor en un fin de semana que será para recordar.

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